Menos del 10% de la población es aceptada incondicionalmente cuando nace. La mayor parte del resto de nosotros, aunque tengamos padres que sean psicólogos y psicólogas, metemos la pata.
Entonces le hacemos cosas a nuestro hijo que si hubiéramos estado en nuestros 13 centrados, no lo haríamos. ¿Por qué? Porque a veces uno está apurado y reacciona por la reacción de tres y en muchos casos estamos condicionados por este argumento familiar.
¿Cómo nos podemos dar cuenta? ¿Afectará a nuestro hijo?
¿Papá, mamá, tutor o encargado que está condicionado, condicionada por este argumento familiar? Una de las claves es cuando se repiten las cosas. De todas maneras, no se trata de ponernos epítetos, de tirarnos abajo, sino de entender por qué repetimos algo que no funciona.
Si quieres conocer más sobre el trabajo del Psiquiatra Adrián Kertesz, te invito a su seminario, solo debes hacer clic aquí.