Construcción de límites desde la niñez – Lic. Ivana Roschkovan

Nos gusta hablar de la construcción de los límites y no tanto de poner límites. Porque cuando hablamos de construir los límites estamos haciendo referencia a un proceso interno de cada niño y de cada niña, de desarrollar su propia regulación y su propia lucecita que se prende cuando se encuentra con un no de parte del adulto o algún otro límite que a veces no necesariamente es un no.

Los adultos necesitan construir los límites con los niños

Por supuesto que los niños y las niñas no pueden construir solos y solas. No necesitan de personas adultas que informen los límites, que cuenten qué cosas se pueden hacer. Esto tiene que ver con las reglas, las normas sociales, las convenciones culturales. Los chicos no nacen con la cultura internalizada. No es innata la cultura.

Entonces, muchas veces nuestra función como adultos y adultas es enseñarle cuáles son las formas en las que nos manejamos en nuestra sociedad y en nuestra cultura. ¿Por supuesto que para que todos los niños y las niñas internalizan estos límites y los construyan, vamos a tener que repetir muchas veces cuáles son las cosas que se pueden y cuáles son las cosas que no.

A veces no es que no se puede algo, pero se puede en determinado momento o en determinado lugar. Y esto también vamos a tener que repetirlo muchas veces para que puedan entenderlo y recordarlo. Entonces, a veces escuchamos a las mamás o a los papás que nos dicen pero se lo digo mil veces y no me entiende. Bueno, a lo mejor va a haber que repetirlo 2000 o 10.000 veces, porque esto es algo que se construye en los límites a través de la práctica y de la repetición.

Dar el ejemplo es clave para poner límites

Y por supuesto, también los límites se aprenden por imitación. Entonces no sirve esa famosa frase que dice Haz lo que yo digo, no lo que yo hago. Los niños y las niñas aprenden viéndonos también comportarnos a nosotras, las personas adultas. Entonces también tenemos que ser muy cuidadosos y saber que con nuestras acciones también estamos enseñando.

Y si repetimos los límites de manera amorosa, si recordamos sobre los límites, si anticipamos, es probable que cuando vayan a ir creciendo van a ir también construyendo estos límites que queremos transmitir. No es cierto que para construir límites se necesite del uso de la violencia. No es cierto que se necesite castigar o amenazar a los niños y a las niñas para educarlos. Hay mucha evidencia y hay mucha información de que esos tipos de métodos de enseñanza no construyen verdaderos aprendizajes.

Los verdaderos aprendizajes a lo que queremos es que los niños construyan criterios para que aprendan a comportarse, no solamente cuando estamos presente nosotros, las personas adultas, que aprendan a comportarse y a tomar decisiones, aún cuando nosotros y nosotras no estamos.

Entonces, para que puedan construir verdaderos criterios tenemos que dar explicaciones de por qué hay determinadas cosas que podemos hacer y determinadas cosas que no podemos hacer. Ningún niño, como decía antes, puede construir los límites solo y tampoco depende solo de la función del adulto de informar. Es algo que se construye, decimos, en una entre.

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